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5 oct 2010

Páter metepatus


             Llega un momento en la vida de toda persona en el que se conoce por primera vez a alguien que le rompe a uno los esquemas, alguien especial que nos deja insomnes durante largas horas escudriñando el horizonte cual camello degollado.
            Ocurre además que cuando uno se enamora por primera vez suele tener muy agudizado el sentido del ridículo y lo que menos necesita es que alguien de su familia diga delante de esa persona algo que le haga ponerse como un tomate. Entonces, precisamente entonces, es cuando resulta más peligroso contar en la familia con un páter o máter metepatus. La típica situación es cuando invitas por primera vez a tu ligue a casa. Al principio, todo va bien, la comida resulta muy agradable, la conversación es animada, todos parecen relajados, vamos, como en familia, pero de pronto…
            De pronto, páter metepatus, quien ha congeniado muy bien con el ligue, aborda el espinoso tema de la infancia de su retoño. Además en todas las familias hay dos o tres historias tronchantes que siempre que se cuentan hacen reír a las visitas: lo malo es que después de relatar con éxito las graciosas historias, páter metepatus empieza a contar ciertas escenas del pasado sobre las que el hijo desearía haber ‘pasado un tupido velo o, mejor aun, una manta zamorana de seis centímetros de espesor. ¿Qué tal esta?
Páter metepatus - ¿Os acordáis de aquellas navidades en que me disfracé de rey Baltasar y            aparecí en el salón, y tu Carlitos, te pegaste tal susto que te hiciste pis en los pantalones? ¡Qué juerga!
Carlos – Por favor, papa, entonces tenía tres años.
Páter metepatus – Ni hablar. Tenías lo menos ocho o nueve, ¿Verdad Matilde? Me acuerdo muy bien, fue el año que el Madrid gano la Copa de Europa…
            Otro terrible caso: a veces, los chicos llevan como cruz en la vida un mote o sobrenombre espantoso por el que son conocidos en la familia. Los motes son muy peligrosos porque suelen ser impuestos cuando uno es muy pequeño y no del bochorno de que le llamen Cuchifritín, Pocholina, Queso, Patata o Chispita. Además, a los seis años tales apodos tienen incluso su gracia, pero cuando empieza a crecerle la barba y mide un metro ochenta, cuando una aspira a parecerse a Madona y no a baby mocosete, la cosa ya no es tan graciosa. A los páter o máter metepatus no es difícil que se les escape delante de los amigos de sus hijos el nombre infame que arruine completamente su reputación. Y puede ocurrir del modo más imprevisto, algo así como…
Páter metepatus – a todos nos gusta ir de excursión al monte, y CHISPITA se encarga siempre de hacer el fuego. Eres una autentica exploradora, ¿Verdad, CHISPITA?

21 jul 2010

no parece lo q es

mucha gente vive en una farsa, no se comporta como realmente es, se cambian imagen, etc.
pero puede ser por cosas muy distintas, le tratan mal, se a metido cn la mafia y no sabe q mas acer...
aunq la gente asi nunca se siente bien consigo misma, porq el mismo save q es un farsa. es ma, quiero q recapaciteis y penseis si vivis como realmente sois, yo desde luego q no.

28 jun 2010

buzon de sugerencias

devido a mi poca imaginacion y mi ausencia en el blog, e creado esta entrada como buzon de sugerencias, is q podeis poner cosas q os gustaria q apareciese en este blog.

un cordial saludo, del director del bolg.

5 may 2010

     Elfos contra monstruos.
     Y dos ejércitos a ambos lados de mi persona, armados hasta los dientes. Los elfos, serenos. Los monstruos gritando como simples animales.
     -No son más que bestias - digo yo, un guerrero maldito, sin disimular ni un ápice toda la repugnancia que aquellos seres me provocan.
     Los guerreros malditos, con arco y espada, entrenados para matar. Y yo, sobre todo, a bestias como las que tenemos en estos momentos delante. En el preludio de un amanecer.
     -¿Ya han venido los jinetes? - me pregunta el general del ejercito de elfos, entendiendo que yo no estoy a sus órdenes.
     -No - contesto con una sonrisa - Pero si los caballos. Bueno, miento, uno ha conseguido venir con jinete. Lo malo... es que de las cinco partes que forma un elfo, solo hemos encontrado cuatro. Creo que ha perdido la cabeza.
     -¿No podéis montarlos vosotros? - pregunta horrorizado, no tengo aún claro si por la idea de tener a un soldado decapitado o al hecho de que ni me haya inmutado.
     Somos el punto fuerte del que todos los ejércitos élficos dependen. Sin nosotros, perderían todas las batallas. Es una verdadera lástima.
     -Si, pero primero mataremos a los asesinos de los jinetes. Luego, pasaremos al resto de las bestias - digo con todo el asco y la repugnancia de mi ser.
     -De acuerdo, supongo que los caballos regresaron aquí por la retaguardia.
     -No, más bien los regresaron. Llamo a mi gente y nos vamos.
     Somos más bien pocos y por supuesto, no somos inmortales, como las leyendas cuentan. Simplemente, somos superiores y por eso tardamos más en morir en batalla. Cuando muere uno de los nuestros, rápidamente, el hueco es cubierto con un novato, que, por desgracia, no dura ni un cuarto de lo que dura uno de los guerreros malditos.
     Voy con los míos. Soy el que está al mando, pues he vivido más guerras que ninguno de los que me acompañan. Les comento a todos el plan a seguir para exterminar a los monstruos. Vamos a terminar con ellos...
     Tres novatos, de los veinte que me llevo, se echan atrás. Les oblico a no abandonar. Algunos comentan que no tengo corazón. Puede que tengan razón.

12 abr 2010

Lo que cuento es Amor

Esto que te cuento es tan solo lo que siento
y sin ningún remordimiento yo así te lo cuento.
Desde el día en que te vi, solo pude pensar en tí.
Desde el día en que te vi, me volví loco por ti.
Tu te diste cuenta y me diste tu amor,
tu estabas abierta a cualquier sensación.
 
Estuvimos del doce al dieciséis,
cuatro días muy bonitos y por eso los revivo.
Volvimos el veintiséis,
el dos, una semana. Ni un beso en la mañana.
El catorce de febrero, en domingo San Valero,
ese día era especial porque otro beso te iba a dar.
Ese día era inmortal y se perdió sin avisar.
 
Siento muchas cosas, muchas de ellas sobre ti,
pero solo en una hoja, no puedo expresarme a ti.
Necesito estar contigo y a Dios pongo por testigo,
que todo esto que siento es amor.

Y no te miento.